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TRUMP Y ORIENTE MEDIO
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- UNA SERIE HIR -
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La cumbre de Trump y
Netanyahu, dicen los medios, dio un giro ‘pro israelí.’ De ser cierto, ello
sería un reto para el modelo de HIR. Pero no lo vemos así. El resultado de
la cumbre, en nuestra opinión, ha sido ‘pro iraní.’ Opinar otramente, como
mostramos, requiere privar al público del contexto histórico relevante.
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Historical &
Investigative Research – 5 abril 2017, por Francisco Gil-White
http://hirhome.com/TRUMP/TRUMP_03_esp.htm
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Nota
preliminar
Editar y corregir un modelo
científico nos obliga a hacer predicciones y observar en qué medida atinan.
Por eso, antes de que Donald Trump
tomara posesión, hicimos públicas, en Foreign
Affairs, nuestras predicciones sobre lo que serían sus políticas (Parte 1).
Hemos encontrado una política estadounidense tradicional, muy consistente, de
fortalecer el yihadismo, en especial el iraní, y de socavar la seguridad
israelí (Parte 2); sobre esta base predijimos que Trump
haría lo mismo. La conclusión:
“Sospechamos que, si bien el
discurso será distinto, las políticas de Trump en el Medio Oriente serán muy
parecidas a las de Obama.”
Luego de que Trump asumiera su
cargo, y en vísperas de la cumbre que agendó con Benjamín Netanyahu, Vox opinaba que el mandatario
estadounidense ya ‘sacaba el cobre.’ Sus propuestas, comentó,
“nos recuerdan a los dos
gobiernos anteriores. Trump dice ahora que los asentamientos no ayudan a la
paz en Oriente Medio; dejó claro que el traslado de la embajada
[estadounidense a Jerusalén] no sucederá pronto, si acaso se hiciere; y no
emite señal alguna de alistarse realmente a retirarse del acuerdo nuclear
[con Irán] y reimponer sanciones sobre Teherán. La posición de la Casa Blanca
de Trump sobre Israel, en otras palabras, emerge como una versión diluida de
la de Obama...”[0]
Esto, dice Vox, “ha... desconcertado a muchos aquí [en EEUU] y en Israel.” Y eso, sin
mencionar que la conmemoración del Holocausto del gobierno de Trump tuvo a
bien omitir cualquier mención del pueblo judío, algo que es difícil
interpretar excepto como un insulto deliberado y gozoso.
Todo esto empata con las
predicciones de HIR. Aquí no hay desconcierto. Empero, luego de la cumbre
entre los mandatarios estadounidense e israelí, muchos ven a Trump dando un
giro ‘pro israelí.’ ¿Por qué?
En la cumbre, Trump declaró que
aceptaría, si las partes así lo acordaran, la ‘solución de un Estado.’ Esto
implica la anexión israelí de Judea y Samaria—es decir, que OLP/Fatah (ahora llamada ‘Autoridad
Palestina’) ya no recibiría estos territorios para gobernarlos cual Estado
propio—. Se interpreta que esto es ‘malo’ para OLP/Fatah y por ende ‘bueno’ para Israel.
Pero a mí esto me recuerda un
truco que me hicieran de niño para resolver un conflicto de interés. Echando
a volar una moneda, mi amigo anunció: “Águila, pierdes; sol gano.” La destapó
y me la mostró: “Fue sol. Yo gano.” Me pareció justo (todo fue muy rápido).
La jugada que han hecho a los
israelíes tiene la misma estructura, si bien depende menos de la rapidez que
de la ignorancia. El israelí de a pie—como pude constatar yo mismo cuando
viajé a ese país—no conoce ciertos datos históricos claves; por eso, no puede
ver que le han dicho: “Águila, pierdes; sol, gana Irán.” Se haga la ‘solución
de dos Estados,’ como querían Obama y sus predecesores, o se haga la
‘solución de un Estado,’ como ahora osa imaginar Trump, ganan siempre los
ayatolás iraníes, ésos que prometen a diario exterminar a los judíos
israelíes.
Para explicar todo esto,
escribí el artículo que a continuación reproduzco, y que fue publicado en el
diario mexicano El Universal.
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Ir al original
La cumbre política, un ritual
estereotipado, tiene su guion: los jefes conversan, van a los micrófonos, y
emiten declaraciones. Los medios luego interpretan. Parece información al
público—y así se presenta—. Pero el público jamás escucha el contexto
histórico. Para interpretar la reciente cumbre de Donald Trump y Benjamín
Netanyahu precisamos cuatro datos históricos, usualmente omitidos.
Empecemos por las
declaraciones. Trump, según dijo, apoya a Israel y hará un esfuerzo por
negociar ‘la paz’ entre árabes palestinos y judíos en Oriente Medio. Esto
es ‘de cajón’—lo dice siempre el presidente de turno—. Pero según Trump, le
da igual que la negociación produzca dos Estados en lo que ahora es Israel
(como habían exigido sus predecesores) o solo uno. La segunda opción
implicaría la anexión israelí de Judea y Samaria (‘Cisjordania’). Esto es
nuevo.
¿Qué interpretación toca? La
más influyente, como siempre, será la del New York Times. Este periódico comenta que “los líderes
palestinos lamentaron la posición del Sr. Trump, sintiéndose abandonados
por EEUU, el principal patrono de la Autoridad Palestina.”[1]
Al imaginar públicamente la posible anexión de Judea y Samaria, sugiere el Times, Trump ha dado un giro ‘anti
palestino’ o ‘pro israelí.’
¿Tiene mérito la
interpretación? Vengan los datos.
El primer dato lo plasmó el
mismo New York Times, en 1979, en
primera plana, pero ya nadie lo conoce, porque, desde entonces, ni el Times ni nadie lo menciona: OLP/Fatah—hoy llamada ‘Autoridad
Palestina’—fue la madrina de Irán.
Leyó Usted correctamente.
Yasir Arafat y Mahmud Abás, líderes eternos del grupo terrorista OLP/Fatah, armaron y entrenaron a las
guerrillas de Ayatolá Jomeini. Luego fueron los primeros dignatarios en
apearse en Teherán, en 1979, para celebrar con Jomeini la revolución. Acto
seguido, ayudaron a crear la policía secreta iraní (SAVAMA) y la Guardia
Revolucionaria (creadora de Hezbolá y protectora del régimen).
Lo documentamos aquí : [2]
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La meta conjunta, anunciaron
Arafat y Jomeini, sería exportar la revolución islámica y destruir a
Israel. Para lo último, explicó Abás a los reporteros árabes en Teherán,
OLP/Fatah tenía su ‘Plan de
Fases’: promete ‘paz’ a cambio de entrar a Israel (primera fase); luego,
cual caballo de Troya, y con la ayuda de Irán, destruye al Estado judío
(segunda fase). A esto pronto lo llamarían—con astucia orwelliana—el
‘Proceso de Paz.’
¿Sigue vigente el plan? Abran
paso al segundo y tercer dato.
En agosto 2015, mientras EEUU
e Irán finalizaban las cláusulas de su tratado nuclear—mismo que descuida
revisar ciertas instalaciones militares iraníes, pero no descuida liberar
enormes capitales para los ayatolás—, Irán firmó
con OLP/Fatah un acuerdo de
“cooperación total.” [3]
¿En qué piensan cooperar? No hace falta especular: en público, de menos una
vez al mes, los ayatolás iraníes prometen exterminar a los judíos
israelíes.
A la luz de estos datos
históricos, es obvio que la muy tradicional ‘solución de dos Estados,’ tan
favorecida por los presidentes anteriores, es anti israelí, pues propone que los territorios de Judea y
Samaria—mismos que un reporte del Pentágono (fechado 1967) considera
indispensables para la supervivencia israelí [4]—sean
separados de Israel y entregados a OLP/Fatah.
Es decir: a Irán.
Pero en la cumbre Trump dijo
estar dispuesto a respaldar la ‘solución de un Estado’: la anexión israelí
de Judea y Samaria. Se interpreta como un giro ‘pro israelí.’ ¿Tiene
sentido? En absoluto. En esta ‘solución,’ se instala dentro de
Israel—indefinidamente—el grupo OLP/Fatah.
Es decir: Irán.
No hay giro pro israelí. Sea
la de Obama, o sea la de Trump, la ‘solución’ planteada es una Solución
Final.
¿Qué sería, entonces, apoyar
realmente a Israel? Esto: exigir que OLP/Fatah—o sea, Irán—sea
expulsada del Estado judío. (Y esto sería apoyo también—ojo—para los árabes palestinos,
sojuzgados hoy por OLP/Fatah,
quien hará de ellos bombas suicidas iraníes.)
Ya puedo oír la objeción:
“¡Pero si Netanyahu se veía muy contento con las declaraciones de Trump!
¿No indica eso que la política de Trump sea pro israelí?”
De ninguna manera. Razonar
así es lo contrario de hacer ciencia política. El patriotismo de Netanyahu
no puede suponerse a priori.
Debemos evaluar el sesgo de sus políticas con base en los datos
históricos—poco conocidos—que hemos repasado aquí, y luego, con base en ese
análisis, evaluar su patriotismo. La pose y los discursos de Netanyahu
sobran; las obras son amores.
Eso lo recalca el cuarto y
último dato histórico (otro que nadie recuerda): fue el propio Netanyahu
quien metiera a OLP/Fatah—es
decir, Irán—al Estado judío. Leyó
Usted correctamente.
Descuide: no estoy negando
que Yitzhak Rabin y Shimon Peres firmaran en Washington, en 1993, los
Tratados de Oslo con Yasir Arafat y Mahmúd Abás. Así fue. Pero aquel
acuerdo no habría sucedido sin las negociaciones de 1991, del gobierno
israelí anterior, en la Conferencia de Paz de Madrid.[5]
Ahí, el tabú sagrado de la política israelí, aquel que prohibía (por buenas
razones) cualquier negociación con OLP/Fatah,
fue por primera vez violado.[6] El pionero
responsable, muy festejado en Madrid, fue el subsecretario israelí de
relaciones exteriores. Se llamaba Benjamín Netanyahu.[7]
¿Qué diantres hace Netanyahu?
Pues sí. Habría que preguntarle.
Francisco Gil-White, catedrático del ITAM, es autor de
El
Colapso de Occidente: El Siguiente Holocausto y sus Consecuencias.
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Conclusión
Todo parece caminar de acuerdo a las
predicciones del modelo de HIR. Lo que ha sido una política pro yihadista y
pro iraní de casi 40 años continúa en el gobierno de Trump, pese a las
apariencias promovidas en el discurso público.
Pero esto motiva la siguiente
pregunta: ¿Cómo ha sido posible mantener esta política con tal estabilidad?
¿Cómo es posible que el proceso democrático, y la alternancia de los dos
principales partidos en el poder, no afecten una política tan consecuente?
Es el tema del siguiente artículo.
Pies de página y lecturas adicionales
[0] “Netanyahu liked candidate Trump; President Trump might be
a different story: The president’s Israeli policy has shifted course”;
Vox; 15 February 15 February 2017;
by Sarah Wildman.
[1] “Trump, Meeting With Netanyahu, Backs Away From Palestinian
State”; The New York Times;
15 February 2017; By PETER BAKER and MARK LANDLER
[2] “OLP/Fatah
e Irán: Una relación especial”; Historical and Investigative Research; 22 junio 2010; por
Francisco Gil-White
[3]
“PLO figure: Iran, Palestine in
deal for all-out cooperation”; IRNA; 11 August 2015.
http://www.irna.ir/en/News/81716001/
[4] Este documento del Pentágono, elaborado en 1967, fue
aparentemente desclasificado en 1979 pero no se publicó sino hasta 1984. Lo publicó el Journal of Palestine Studies:
"Memorandum for the Secretary of Defense"; Journal
of Palestine Studies, Vol. 13, No. 2. (Winter,
1984), pp. 122-126.
http://www.hirhome.com/israel/pentagon.pdf
Este documento muestra un mapa
con el “territorio mínimo que precisa Israel para efectos defensivos.”
Netanyahu incluye el estudio como
apéndice en su libro:
Netanyahu, B. 2000. A durable peace: Israel and its place
among the nations, 2 Edition. New York: Warner Books. (APPENDIX: The Pentagon
Plan, June 29, 1967; pp.433-437)
[5] “Los éxitos y fracasos del proceso de Madrid
tuvieron varias consecuencias imprevistas, la más importante de las cuales
fue el parteaguas en las relaciones de Israel y la OLP de 1993,” cuando se
firmó el Acuerdo de Oslo.
FUENTE: Kurtzer, Daniel C.; Lasensky, Scott B.; Quandt,
William B.; Spiegel, Steven L.; Telhami, Shibley. The Peace Puzzle: America's Quest for Arab-Israeli Peace, 1989–2011
(Published in Collaboration with the United States Institute of Peace) (p.
16). Cornell University Press. Edición de Kindle.
[6] “Israel inicialmente se
rehusaba a negociar con una delegación palestina que incluyera a Saeb
Erekat,” un miembro prominente de Fatah,
“luego de que Erekat anunciara en público que él y su delegación
representaban a la OLP.” Pero ‘Israel’—es decir, Netanyahu—terminó por sí negociar con Erekat, quien “a final de
cuentas fue nombrado negociador en jefe palestino.” Netanyahu fue el primer
político israelí en violar el tabú y negociar con OLP/Fatah.
FUENTE: Kurtzer, Daniel C.; Lasensky, Scott B.; Quandt,
William B.; Spiegel, Steven L.; Telhami, Shibley. The Peace Puzzle: America's Quest for Arab-Israeli Peace, 1989–2011
(Published in Collaboration with the United States Institute of Peace) (p.
30). Cornell University Press. Edición de Kindle.
[7] “David Levy quería ir a la conferencia [de Madrid] y
representar a Israel como su secretario de relaciones exteriores. Pero…
Shamir decidió que él mismo iría a la conferencia y que Levy se quedaría en
casa. …Shamir decidió llevar consigo al subsecretario de relaciones
exteriores Benjamín Netanyahu, como vocero de la delegación que consistiría
de diplomáticos profesionales y abogados.”
FUENTE: Mitchell, Thomas G. (2015). Likud Leaders: The Lives and Careers of Menahem Begin, Yitzhak
Shamir, Benjamin Netanyahu and Ariel Sharon. Jefferson, North Carolina:
McFarland & Company. (p.117)
www.hirhome.com
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█ 1. ¿Será distinto Trump?
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¿Será distinto Trump?
Los patriotas israelíes esperan que sí. Se ha perfilado como enemigo de
Irán y de ISIS, y de ahí la esperanza. Pero, ¿qué evidencia sería
diagnóstica de que Trump sí cumple sus promesas en Oriente Medio?
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█ 2. ¿Puede Trump cambiar la dirección?
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Muchos esperan que Trump
transforme la política exterior de Estados Unidos en Oriente Medio. Pero,
¿podrá? Eso depende de qué tanta influencia tiene un presidente sobre el
sistema que produce políticas de Estado.
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█ 3. Trump y Netanyahu : ¿Cómo interpretar
su cumbre?
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La cumbre de Trump y
Netanyahu, dicen los medios, dio un giro ‘pro israelí.’ De ser cierto, ello
sería un reto para el modelo de HIR. Pero no lo vemos así. El resultado de
la cumbre, en nuestra opinión, ha sido ‘pro iraní.’ Opinar otramente, como
mostramos, requiere privar al público del contexto histórico relevante.
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█ 4. ¿Acaso Trump es el jefe?
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Quizá el presidente no
sea más que un testaferro; el show mediático cambia, pero las metas de
largo plazo—escogidas por un cártel bipartidista—son siempre las mismas. En
ese caso, las políticas de Trump en Oriente Medio parecerán distintas a las
de Obama, pero darán resultados similares.
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█ 5. ¿Quién hace política exterior para
Trump?
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Cuando examinamos la
trayectoria de quienes han sido escogidos para hacer la política exterior
de Trump, vemos que son figuras del Establishment
que han apoyado las políticas pro yihadistas.
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█ 6. ¿Por qué bulea Trump a México? (Es una
estafa)
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¿Qué tiene que ver el
bullying antimexicano de Trump con las políticas de apoyar la yihad y
socavar la seguridad israelí? Curiosamente, todo. Al jalonear así las
emociones identitarias de la gente, los guías de Trump dividen el campo
político y debilitan la oposición a sus peligrosas políticas. Es guerra
psicológica. Trump es un estafador. Y hemos sido timados.
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█ 7. Obama también fue bully
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En el último siglo, la
política EEUU nunca fue tan violenta contra México como en el periodo Bush
Jr.–Obama. Lo que cambia con Trump es nada más el estilo—y ésa es la pista
de que aquí hay una estafa, un timo—.
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█ 8. ¡Trump!: Ya antes nos estafó
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En el año 2000, hubo un
empresario conocido, también figura mediática, que se anunció candidato
presidencial para combatir el racismo, denunciar muros fronterizos, y
defender a los mexicanos. Su nombre:
Donald Trump.
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█ 9. Gramática política de la estafa
antimexicana
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Para preservar a
Occidente como refugio de derechos y libertades, los occidentales deben ser
a la vez liberales y anti yihadistas. Pero las emociones que excita la
estafa antimexicana nos orillan a ser 1) fascistas anti yihad; o 2)
liberales pro islam. Esto condena a Israel—y a todo Occidente—.
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█ 10. La estafa antimexicana y la política
exterior de Trump
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Trump, naturalmente,
emite ruidos para satisfacer a quienes esperan de él una política anti
yihadista y pro israelí—son gestos obligados, forzados por la gramática política—.
Pero si examinamos lo que está logrando, vemos que, como sus predecesores,
está fortaleciendo al islam radical y debilitando a Israel.
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█ 11. Por qué la tradición pro yihadista de
EEUU?
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Aun para quien acepta
que a EEUU lo gobierna un poderoso cártel de élite puede ser difícil
aceptar que querría apoyar el yihadismo y destruir a Israel. Pero si
consideramos la historia del cártel, veremos que no hay nada implausible en
esto.
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