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TRUMP Y ORIENTE MEDIO

SIG.

 

 

 

- UNA SERIE HIR -

 

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¿Será distinto Trump? Los patriotas israelíes esperan que sí. Se ha perfilado como enemigo de Irán y de ISIS, y de ahí la esperanza. Pero, ¿qué evidencia sería diagnóstica de que Trump sí cumple sus promesas en Oriente Medio?

 

 

 

 

 

 

 

 

Historical & Investigative Research – Enero 20, 2016, por Francisco Gil-White
http://hirhome.com/TRUMP/TRUMP_01_esp.htm

 

 

 

 

 

 

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Plus ça change, plus ça devient le même.
(Entre más cambia la cosa, más regresa otra vez a lo mismo.)

Proverbio francés

En su campaña, Donald Trump denunció la inmigración libre de musulmanes y la presunta renuencia de Barack Obama y Hillary Clinton para enfrentarse al Estado Islámico (ISIS), a Irán y al terrorismo yihadista más ampliamente. Ya viene mano dura, dicen emocionados los patriotas israelíes, contra el yihadismo en el Medio Oriente —y allende—. Osan imaginar la gran voltereta estadounidense: un Donald Trump proisraelí.

Mis alumnos y lectores me han preguntado que qué pienso. ¿Será que sí? ¿Cambiarán las cosas? Los investigadores de DEBKAfile así lo afirman:

“No se puede discernir mucho sobre las políticas futuras del gobierno del presidente electo Donald Trump en el Medio Oriente … excepto que sus puntos de partida sin duda serán diametralmente opuestos a los de Obama.”[1]

Pero cabe la hipótesis de que todo aquel sturm und drang de Trump fuera montaje —un show—, pues sin tomar todavía posesión, él canta ya, sobre varios temas, muy distinto. Según reportaba El Financiero a finales de noviembre de 2016, Trump, con algo de prisa, debilitaba ya —o descartaba— sus promesas de campaña.[2] Lo que dijo sobre el muro fronterizo, el calentamiento global, enjuiciar a Hillary Clinton —eso no era, al parecer, del todo serio—.[3]

¿Y las promesas del Medio Oriente? Entre otras cosas, Trump prometió “desmantelar” el tratado nuclear de Estados Unidos con Irán, haciendo eco a las críticas que presentara Benjamín Netanyahu, Primer Ministro israelí, cuando viajó a Washington para explicar a los congresistas estadounidenses el peligro que implica para su país y para el mundo. Ese acuerdo, dijo, permite que Irán se convierta en poder nuclear.

Le da la razón el texto del acuerdo, pues libera enormes sumas para Irán sin imponer un régimen adecuado de inspecciones y garantías.[4] A los hechos: como han señalado varios analistas, Irán ya recibió 100 000 millones de dólares, y cuando viola los compromisos firmados no se hace nada.[5] El daño, pues, está hecho —y bien hecho—, aun si Trump cumple su promesa de abolir el acuerdo.

Pero ahora que Trump es presidente electo, Netanyahu de pronto ya “no busca abolir el acuerdo con Irán”, reporta el Jerusalem Post, “sino que busca una actitud firme de Trump contra Irán.”[6] Gramática política: si el otro—aquel “machísimo patriota” israelí centrado en la mira nuclear iraní—puede vivir con el acuerdo, Trump podrá bajar de su escalón.

¿Cuál será entonces la “actitud firme… contra Irán”? Se escuchan propuestas pusilánimes: renegociar algunos puntos, hacer inspecciones más firmes, reimponer sanciones por agresiones terroristas. Nada de eso importará; será una finta. Para frenar el creciente poderío de Irán en Asia occidental, y el yihadismo más ampliamente, Trump tendría que enfrentarlos de veras.

¿Cuál es la probabilidad de eso? No es el tema de este artículo. Aquí nos interesa lo siguiente: ¿Cómo podremos evaluar en qué dirección va Trump?

Sin duda escucharemos mucha retórica antiiraní, mucha denuncia del extremismo yihadista, y las homilías de cajón sobre el presunto apoyo estadounidense a Israel. Se oye cada vez. Pero valdría la pena preguntarse, ¿cuáles hechos duros y fríos de política exterior serán consistentes con un verdadero empuje contra el yihadismo y a favor de Israel?

No le exijamos a Trump que derrote el yihadismo, ni mucho menos. Pidamos tan solo que sus “puntos de partida” sean, en efecto, “diametralmente opuestos a los de Obama.” En ese caso deberá implementar, como mínimo, las siguientes políticas: 1) no más armas para los yihadistas; 2) apoyo a la Revolución Rojava; y 3) el no a la “Solución de Dos Estados” y el sí a exponer los lazos entre Irán y OLP/Fatah (la “Autoridad Palestina”).


No más armas para los yihadistas


Durante la campaña presidencial, Trump acusó a Obama y a su Exsecretaria de Estado, Clinton, por el surgimiento del Estado Islámico. Sobre esto tenía razón.

Se ha documentado ampliamente que el Estado Islámico emergió de las prisiones militares estadounidenses en Irak, cuyos custodios, tan complacientes, permitieron a los yihadistas señorear la vida social de los prisioneros. Ahí, los yihadistas podían reclutar (por la fuerza, cuando fuera necesario) y enseñar, con pizarrón y todo, los principios de la yihad, cómo construir una bomba, y cómo vencer el miedo para hacerse bombardero suicida. El propio general estadounidense a cargo llamó a su sistema de prisiones “universidad yihadista.”

Al concluir 5 años de eso (una licenciatura), las autoridades estadounidenses desmantelaron el sistema y ¡dejaron ir a todo mundo! Luego vino el Estado Islámico. Todos sus principales líderes, incluido el “califa” Abu Bakr al Bagdadi, son graduados de esa “universidad yihadista.” Si eso no fuera demasiado, luego de causar una guerra civil en Siria, el Estado Islámico recibió armamento y también personal entrenado por Estados Unidos, pues los “rebeldes” sirios favorecidos por el gobierno estadounidense se le unieron en masa.

 

La política de EEUU es la creadora de ISIS.[7]

Si la administración de Trump secara los canales que llevan armamento y entrenamiento a los yihadistas, sería la señal de un verdadero cambio de política. Si, por el contrario, los yihadistas continúan recibiendo armamento de EEUU y sus aliados, sabremos que hay continuidad.


Apoyo a la Revolución Rojava


La gran esperanza para revertir la tendencia yihadista es la Revolución Rojava, un movimiento multiétnico, liderado por los kurdos del norte de Siria, aliados políticamente con los asediados kurdos del PKK en Turquía, contra quienes Recep Tayyip Erdogan ha lanzado una guerra de limpieza étnica. Los rojavanos han tenido logros impresionantes contra el Estado Islámico a pesar de pelear casi completamente solos y de sufrir bombardeos turcos.

 

HIR explica la Revolución Rojava.[8]

Estos kurdos y sus aliados árabes y de otras etnias son casi todos musulmanes. Creen en la participación popular democrática, la igualdad de género, la libertad religiosa, la tolerancia étnica y la sustentabilidad ecológica. Protegen e integran al proceso democrático a todas las minorías étnicas y religiosas del norte de Siria. Si vencen, serán un faro de esperanza, empoderando a los musulmanes moderados en todo el mundo para defender la alternativa democrática.

Por lo tanto, si Trump movilizara de forma decisiva los recursos simbólicos y militares de Estados Unidos a favor de los rojavanos, creando un oasis ideológico y político para los musulmanes que aman la libertad, y fortaleciendo así a la némesis del Estado Islámico, tendríamos una política cabalmente consistente con sus desplantes públicos en contra del yihadismo. Sería un golpe maestro geopolítico no solo para la paz en el Medio Oriente, sino para la defensa de Occidente. Si, por el contrario, no se hace un esfuerzo importante por asistir al movimiento rojavano, habrá entonces que preguntarse en qué sentido se opone al yihadismo, realmente, el gobierno de Trump.


No a la ‘Solución de Dos Estados’; sí a exponer los lazos entre Irán y OLP/Fatah


Desde Ruhollah Jomeini hasta hoy, los ayatolás iraníes prometen exterminar a los israelíes.[9] De ahí que Trump, si realmente está con Israel y en contra de Irán, no puede favorecer en Israel una política iraní. Por lo tanto, deberá oponerse a que OLP/Fatah (hoy mejor conocida como la “Autoridad Palestina”) reciba un Estado en Judea y Samaria. ¿Por qué? Porque OLP/Fatah fue quien creó el Estado teocrático iraní de Ayatolá Ruholla Jomeini. Leyó Usted correctamente.

Ya nadie lo sabe. Lo constaté hace 3 años cuando viajé a Israel para hacer un breve recorrido de antropología política y conocer a los patriotas israelíes —el movimiento de “derecha”, como lo llaman—. Ni siquiera esta gente, la más preocupada por la seguridad israelí, se acuerda de algo que estuvo en primera plana, en 1979, en The New York Times: OLP/Fatah armó y entrenó a las guerrillas de Jomeini.

Luego de la Revolución islámica, OLP/Fatah fungió por un tiempo, de facto, como el Ministerio de Relaciones Exteriores de Jomeini, y ayudó a crear SAVAMA, la policía secreta iraní, y la Guardia Revolucionaria. Esta última es 1) protectora del régimen; 2) exportadora de terrorismo iraní a todo el mundo, y 3) madrina de Hezbolá, milicia terrorista dedicada a la destrucción de Israel).

Todo esto se reportó en los principales diarios entre 1979 y 1981. ¿Por qué nadie se acuerda? Porque la gente se relaciona con el mundo a través de los medios, y hace tiempo ya que los medios dejaron de mencionar esto.

 

HIR documenta el papel de OLP/Fatah en la Revolución Islámica de Irán.[10]

Los curiosos dispuestos a invertir 5 minutos descubrirán, empero, que abundan en internet las imágenes de Yasser Arafat celebrando con Jomeini la Revolución islámica en Irán. Él y Mahmud Abbas—su socio de siempre y colíder de OLP/Fatah—fueron los primeros dignatarios internacionales, inmediatamente después del golpe, en apearse en Teherán para los festejos. Las turbas iraníes recibieron a Yasser Arafat cual mesías y se disputaban el pañuelo de su cabeza para atesorarlo como reliquia.

Mientras Jomeini y su hijo anunciaban que la prioridad del nuevo Irán sería “Palestina”, Abbas explicaba a los reporteros árabes en Teherán su “Plan de Fases”. OLP/Fatah prometería paz para obtener un territorio israelí (primera fase), y después procedería, con la ayuda de Irán, a destruir Israel (segunda fase). Ahora lo llaman “Proceso de Paz.”

No ha cambiado la cosa. En agosto de 2015, mientras que Obama preparaba el acuerdo nuclear con Irán, la prensa oficial iraní dio a conocer un dato que The New York Times no se molestó en comunicar: OLP/Fatah e Irán renovaban sus votos con un “acuerdo de cooperación total.”[11]


¿Qué puede hacer Trump?


En política democrática solo pueden hacerse cosas que la población entienda. Y en materia política, como en el idioma, si algo no es gramatical entonces no se entiende. Para muchos, escuchar que OLP/Fatah debe ser removido de suelo israelí sería como escuchar un sacrilegio. Luego de escucharlo dirán: “¡Qué disparate! ¡Pues si nos dijeron que la salud geopolítica del mundo depende de concluir el Proceso de Paz con un Estado para la Autoridad Palestina!” En efecto, nos dijeron todo eso. Luego entonces, para quien entienda al mundo así, quitar a OLP/Fatah (i.e. la Autoridad Palestina) de Israel no es una propuesta “gramatical,” es decir, no es una decisión “políticamente correcta.”

¿Puede volverse gramatical? Claro, pero solo que la verdadera OLP/Fatah —la verdadera “Autoridad Palestina”— sea primero bien conocida por todos.

¿Quién podría educar a la gente? Pues Trump. Si Trump realmente es el enemigo de Irán y amigo de Israel que histriónicamente se jacta de ser, puede entonces, encaramado en su nuevo pódium, con el megáfono mundial que ahora empuña, dar a conocer la relación entre OLP/Fatah e Irán. Puede, enseñando la evidencia, explicar que OLP/Fatah, aliada con Irán, se propone convertir a la población árabe palestina—entera—en bomba suicida para exterminar al pueblo judío israelí.

Cuando la gente haya entendido eso, el prestigio de OLP/Fatah habrá sido destruido. Entonces Trump podrá proponer que ese instrumento genocida de Irán, opresor también de los árabes palestinos, OLP/Fatah, sea removido de Israel. Dicho así, es gramático. Sí computa. Con esto, podrá encontrarse una verdadera solución al conflicto.

 

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En un abrir y cerrar de ojos, pues, Trump puede proteger a las poblaciones —musulmana y judía—del Medio Oriente, iniciar en serio la defensa de Occidente, y voltear el ajedrez de la política mundial. Ése es—en principio—el poder del presidente de Estados Unidos.

¿Qué podemos esperar? Sospechamos que, si bien el discurso será distinto, las políticas de Trump en el Medio Oriente serán muy parecidas a las de Obama. Justificaremos esta sospecha en un artículo posterior.

 

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SIGUE : PARTE 2  ► PUEDE TRUMP CAMBIAR LA
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Lecturas Relevantes

 

 

 

 

 

 

 

 

EEUU E IRÁN: ¿Amigos o enemigos?                          
http://hirhome.com/iraniraq/ITAM-conf.htm

ESTOS MUSULMANES SON DEMÓCRATAS: ¿Por qué no ayuda EEUU?
http://www.hirhome.com/iraniraq/rojava-revolution-01-esp.htm

OLP/FATAH E IRAN: Una relación especial
http://www.hirhome.com/iraniraq/plo-iran2_esp.htm

GRAND THEATER: THE US, THE PLO, AND THE AYATOLLAH KHOMEINI
http://www.hirhome.com/iraniraq/plo-iran.htm

THE NAZIS AND THE PALESTINIAN MOVEMENT
Documentary and discussion
http://www.hirhome.com/israel/nazis_palestinians.htm

ACHILLE’S HEEL: The muftí, the Nazis, and the ‘Palestinian Authority
http://www.hirhome.com/israel/talon-de-aquiles_intro_eng.htm

 

 

 

 

 

 

 

Pies de página y lecturas adicionales

[1]  Who’s afraid of Donald Trump in the Middle East?”; DEBKAfile Exclusive Analysis; December 19, 2016, 4:50 PM (IDT)

NOTA: Muchos lectores de DEBKAfile creen que están leyendo investigación ‘alternativa’ e ‘independiente.’ En realidad, los dos editores de DEBKA, Giora Shamis y Diane Shalem, durante 23 años, fueron la voz del Economist sobre Oriente Medio. No hay nada más establishment y mainstream que el Economist, a menos que hablemos del New York Times.

[2]  “Trump se retracta de sus polémicas promesas”; El Financiero; 23 noviembre 2016; p.38

[3]  El gran ‘muro’ de concreto que debía erguirse en nuestra frontera común, ahora dicen, será una malla ciclónica.(a)  Confiamos en rebajas adicionales. Quizá luego de ‘estudiar seriamente’ el asunto se descubran lugares donde la malla no hace falta. ‘Estudios posteriores’ descubrirán más lugares. En California, en todo caso, es posible que no lo permitan.

El cambio climático, “fraude” toda vez que no cesara la campaña, engrosa ahora de súbita sustancia. Tiene Trump la “mente abierta.” Y a los editores del New York Times “según se reporta, afirmó también que la actividad humana y el calentamiento global pudieran estar conectados. ‘Creo que hay una conectividad [sic],’ dijo. ‘Algunos, algo. Depende cuánto.’ ”(b) Poco después, Trump se sentó a charlar con Al Gore, mesías mundial del catastrofismo climático, y Gore pareció muy satisfecho con el resultado.(c)

Caballero exquisito—¡y galante!—, buen ganador, y atento siempre a las ternezas de las damas, Trump no cumplirá, claro que no, su promesa de enjuiciar a Hillary Clinton para “¡que la encierren!” Pues Clinton, explicó Trump a reporteros del New York Times, ha “ ‘sufrido mucho’ ” y enjuiciarla “ ‘no es algo que me importe demasiado.’ ”(c)

FUENTES:

(a)  Donald Trump Says His Wall With Mexico Could Be a Fence ‘For Certain Areas’ ”; Wall Street Journal; 13 Nov 2016; by Yuka Hayashi.

(b) Trump shifts stance on climate change: President-elect says he's willing to keep an ‘open mind’ about Paris climate deal”; CBC NEWS; 24 November 2016; by Associated Press

(c)  Al Gore just had ‘an extremely interesting conversation’ with Trump on climate change”; Washington Post; 5 December 2016; By Juliet Eilperin and Jenna Johnson

(d) Trump flips, now opposes prosecution for Clinton”; CNN Politics; 23 November 2016; by David Wright and Z. Byron Wolf.

[4]  Para un análisis muy completo de las deficiencias del tratado nuclear iraní, con ligas al texto mismo del tratado, ver:

 A Bad Deal”; Times of Israel; August 2, 2015; by Nevet Basker.

[5]President Trump and the Iran Nuclear Deal”; Foreign Policy;  November 16, 2016; By Eric B. Lorber

[6] Netanyahu to urge Trump to ‘tighten noose’ on Iran, not scrap nuke deal”; Jerusalem Post; 18 November 2016

[7]  “Nada por aquí: El origen de ISIS”; Milenio; 23 de noviembre, 2015; por Francisco Gil-White.

[8] Son musulmanes democráticos: ¿Por qué no los ayuda Occidente?”; de: LA REVOLUCIÓN ROJAVA; Historical and Investigative Research; 28 marzo 2016; por Francisco Gil-White

[9] Netanyahu: Iran’s Ayatollah Tweets That Israel Must Be Destroyed”; CNSNEWS.com; March 3, 2015 - 12:15 PM; by Melanie Hunter

[10] OLP/Fatah e Iran: Una relación especial”; Historical and Investigative Research; 22 junio 2010; por Francisco Gil-White

[11]PLO figure: Iran, Palestine in deal for all-out cooperation”; IRNA; 11 August 2015.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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  1. ¿Será distinto Trump? 

 

¿Será distinto Trump? Los patriotas israelíes esperan que sí. Se ha perfilado como enemigo de Irán y de ISIS, y de ahí la esperanza. Pero, ¿qué evidencia sería diagnóstica de que Trump sí cumple sus promesas en Oriente Medio?

 

   2. ¿Puede Trump cambiar la dirección?

 

Muchos esperan que Trump transforme la política exterior de Estados Unidos en Oriente Medio. Pero, ¿podrá? Eso depende de qué tanta influencia tiene un presidente sobre el sistema que produce políticas de Estado.

 

   3. Trump y Netanyahu : ¿Cómo interpretar su cumbre?

 

La cumbre de Trump y Netanyahu, dicen los medios, dio un giro ‘pro israelí.’ De ser cierto, ello sería un reto para el modelo de HIR. Pero no lo vemos así. El resultado de la cumbre, en nuestra opinión, ha sido ‘pro iraní.’ Opinar otramente, como mostramos, requiere privar al público del contexto histórico relevante.

 

   4. ¿Acaso Trump es el jefe?

 

Quizá el presidente no sea más que un testaferro; el show mediático cambia, pero las metas de largo plazo—escogidas por un cártel bipartidista—son siempre las mismas. En ese caso, las políticas de Trump en Oriente Medio parecerán distintas a las de Obama, pero darán resultados similares.

 

   5. ¿Quién hace política exterior para Trump?

 

Cuando examinamos la trayectoria de quienes han sido escogidos para hacer la política exterior de Trump, vemos que son figuras del Establishment que han apoyado las políticas pro yihadistas.

 

  6. ¿Por qué bulea Trump a México? (Es una estafa)  

 

¿Qué tiene que ver el bullying antimexicano de Trump con las políticas de apoyar la yihad y socavar la seguridad israelí? Curiosamente, todo. Al jalonear así las emociones identitarias de la gente, los guías de Trump dividen el campo político y debilitan la oposición a sus peligrosas políticas. Es guerra psicológica. Trump es un estafador. Y hemos sido timados.

 

  7. Obama también fue bully 

 

En el último siglo, la política EEUU nunca fue tan violenta contra México como en el periodo Bush Jr.–Obama. Lo que cambia con Trump es nada más el estilo—y ésa es la pista de que aquí hay una estafa, un timo—.

 

  8. ¡Trump!: Ya antes nos estafó   

 

En el año 2000, hubo un empresario conocido, también figura mediática, que se anunció candidato presidencial para combatir el racismo, denunciar muros fronterizos, y defender a los mexicanos. Su nombre: Donald Trump.

 

  9. Gramática política de la estafa antimexicana

 

Para preservar a Occidente como refugio de derechos y libertades, los occidentales deben ser a la vez liberales y anti yihadistas. Pero las emociones que excita la estafa antimexicana nos orillan a ser 1) fascistas anti yihad; o 2) liberales pro islam. Esto condena a Israel—y a todo Occidente—.

 

  10. La estafa antimexicana y la política exterior de Trump

 

Trump, naturalmente, emite ruidos para satisfacer a quienes esperan de él una política anti yihadista y pro israelí—son gestos obligados, forzados por la gramática política—. Pero si examinamos lo que está logrando, vemos que, como sus predecesores, está fortaleciendo al islam radical y debilitando a Israel.

 

  11. Por qué la tradición pro yihadista de EEUU?

 

Aun para quien acepta que a EEUU lo gobierna un poderoso cártel de élite puede ser difícil aceptar que querría apoyar el yihadismo y destruir a Israel. Pero si consideramos la historia del cártel, veremos que no hay nada implausible en esto.

 

 

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