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ISIS se
adjudicó un gran ataque terrorista en Paris, y luego de eso Margot Wallstrom
explicó así, en la televisión sueca, la radicalización de los musulmanes
europeos: “Los palestinos ven que no hay futuro.”[1] Es
una respuesta condicionada, tan vieja como Occidente. ¿Pasó algo malo? Culpa
a un judío. Y no te preocupes por la coherencia. Esperamos
más de Wallstrom—por oficio—: ella es ministro de relaciones exteriores
suecas. Le basta despachar a un empleado, con el encargo de unas horas de
investigación, para encontrar—en las fuentes públicas—el origen de ISIS y su
violencia. (Pero quizá ya lo hizo...). Repasaré
aquí brevemente lo que aprendí yo con pocas horas de investigación. La “universidad yihadista” estadounidense
y el arribo de ISIS Bajo Saddam
Hussein, Iraq no era el mejor lugar del mundo, pero no era, tampoco, un
hervor apocalíptico de terrorismo yihadista. Eso vino con la invasión de
EEUU. Al convertirse el desierto Iraquí en un gran florecer de truenos, llamas,
y humaredas, creció un enorme sistema de prisiones militares para acomodar a
los culpables—y a muchos otros—. Los
confundidos yihadistas no habían oído el evangelio occidental del islam, la
‘religión de paz.’ En agosto 2007 Newsweek
reportó que el General Douglas Stone, responsable de las ‘Operaciones de
Detención’ (prisiones) en Irak, había comenzado a ‘reeducar’ a sus
custodiados en Camp Cropper y Camp Bucca hacia aquel islam más amable. El éxito se
antojaba remoto: “Incluso el General Stone admite que el jurado no se ha
pronunciado sobre si las clases [de reeducación] religiosa funcionarán con
los jóvenes.” Sheik Jabbar, el infeliz clérigo responsable, habló con mayor
franqueza: “Si los dejaran salir, todos se harían bombarderos suicidas.”
¡Hablaba de sus propios alumnos! El programa
de Jabbar era débil y pequeño. Él percibía una mejoría leve, y nada más, en
“algunos” de sus alumnos, y “no está seguro de que sea duradera.” ¿Cuántos
eran “algunos”? Tan solo tres o cuatro jóvenes, porque “las clases de
educación religiosa se enfoca[ban] en un grupo focal de 10 jóvenes.” Eso,
contra “aproximadamente 3,800 detenidos en Cropper.” El programa rival de
educación yihadista, corriendo simultáneamente, era más ambicioso: “los
detenidos ahora llegan a Cropper al ritmo de 60 al día. Cuando entran, los
insurgentes [yihadistas] ya bajo custodia se despliegan en abanico en busca
de reclutas.”[2] Pobre Jabbar.
Su programa de reeducación más bien da la impresión de corrección política,
ahí nada más para que el reportero de Newsweek
tuviera algo positivo que
reportar. Porque le habían dado una cuchara a Jabbar para vaciar un océano
islamista—en medio de un huracán yihadista—. ¿Acaso
aquel huracán era política estadounidense? Así lo
juzgó Nazim Al-Juburi, un desertor importante de Al Qaeda. En su entrevista
de mayo 2008 dijo: “Hemos hablado repetidas veces con los estadounidenses para decirles que cometen un grave error al darle a muchos de nuestros detenidos en Camp Bucca y otras prisiones la oportunidad de ser educados en esta ideología [yihadista].”[3] Al mes,
Stone aseguraba al New York Times que
había comenzado a separar penados ‘extremistas’ y ‘moderados’ para impedir
aquello. Pero su sistema penal, admitió, había sido (sus palabras) una “universidad yihadista.”[4] Así
precisamente lo describió otro ex prisionero de Camp Bucca, Adel Jasim
Mohammed: “Los extremistas tenían libertad para educar a los jóvenes
penados. Los vi dando cursos usando pizarrón sobre cómo usar explosivos,
armas, y cómo convertirse en bombardero suicida. Para los americanos, nos
pareció, esto era normal. No los detuvieron [a los radicales].”[5] Esta
“universidad yihadista” operó desde 2003 hasta que los militares
estadounidenses iniciaron el proceso de desmantelar su sistema de prisiones a
finales de 2008. Cinco años—lo que dura una licenciatura—. Así que,
aun suponiendo que Stone en verdad comenzara, a mediados de 2008, un esfuerzo tibio por componer el problema,
el daño estaba hecho—y bien hecho—. Al
desmontar el sistema, ¡los presos fueron simplemente liberados! El New York Times reportó, cuando
comenzaron las liberaciones a finales de 2008, la oposición universal—hasta
el último hombre—de los jeques locales en Irak, quienes advertían a las
autoridades estadounidenses de estar liberando a asesinos de AQI (Al Qaeda en
Irak). Esos asesinos de AQI pronto se
convertirían en ISIS. En casos de
penados potencialmente peligrosos, los funcionarios iraquíes pidieron se les
permitiera “consultar los reportes de inteligencia estadounidense para poder
emitir ellos mismos órdenes de arresto o pedir a los estadounidenses
mantenerlos bajo custodia.” Los estadounidenses se negaron,
alegando que debían proteger sus fuentes (claro, porque uno protege sus
fuentes dejando vagar libres a los asesinos que fueron señalados por esas
mismas fuentes).[5a] ¿El
resultado? Un consenso universal en los medios ahora considera que la
“universidad yihadista” estadounidense en Irak fue la plataforma para ISIS. Mother Jones,
por ejemplo, publicó un artículo con el encabezado: “¿Acaso el Terrorista Más
Importante de Irak se Habría Radicalizado en una Prisión Estadounidense?”[6] El New York
Times publicó “Así Asistió Estados Unidos a ISIS,” acusando que “Las prisiones
se convirtieron, efectivamente, en universidades terroristas: Los radicales
duros eran los profesores, los otros penados eran los alumnos, y las
autoridades penales jugaban el papel de custodios ausentes.”[7] Y el Washington
Post publicó un artículo intitulado “Así Evolucionó el Estado Islámico en
una Prisión Estadounidense,” afirmando que “nueve miembros del alto mando del
Estado Islámico estuvieron detenidos en Camp Bucca,” incluyendo a Abu Bakr al
Baghdadi, el líder más alto. El
Post citó un reporte de un soldado
estadounidense según cual los extremistas gobernaban a los prisioneros de
acuerdo a la ley sharía, y si alguno era acusado de comportamiento
‘occidental’ era “severamente castigado.” Se vio una fundición importante en esas prisiones
estadounidenses. En Camp
Bucca los baazistas iraquíes, amantes del fascismo pero seculares, se
tornaron islamistas, y los yihadistas, islamistas un tanto caóticos,
adquirieron las dotes organizativas de los baazistas. Así, “de las cenizas de
lo que anteriores penados llamaron una ‘escuela de Al Qaeda’ emergió el
Estado Islámico.”[8] Sobre todo
esto los medios impusieron las interpretaciones de cajón: ‘errores’ y
‘decisiones sin alternativa.’ Pero hay un pequeño problema: luego de liberar
a los graduados de la “universidad yihadista,” el Pentágono asistió
directamente a la ‘oposición siria,’ retoño de ISIS. ¿Pero sabían quiénes
eran? ¿Y de dónde venían? Sí que lo
sabían. Los graduados de la “universidad yihadista”
parieron a la ‘oposición siria’—y el Pentágono lo sabía desde el principio— En agosto 2012, la inteligencia militar
estadounidense produjo un reporte secreto obtenido y publicado más tarde por Judicial
Watch.[9] El
reporte, que deja bien claro lo que el Pentágono sabía, dice: “Los salafistas, la Hermandad Musulmana, y AQI [Al Qaeda en
Iraq] son las principales fuerzas que empujan la insurgencia en Siria.” Algunas
definiciones: Salafista = influyente ideología yihadista Hermandad Musulmana = Organización salafista Al Qaeda en
Iraq (AQI) = Organización
salafista que en agosto 2012 hacía declaraciones públicas todavía “a través
del portavoz del Estado Islámico en Iraq,” que más tarde se llamaría el
Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés). Según el
reporte del Pentágono, el principal padrino de la ‘oposición siria’ era
AQI—¡los graduados de la universidad yihadista!—. El reporte dice: “AQI está familiarizado con Siria. AQI entrenó en Siria y se
infiltró a Irak. AQI apoyó la
‘oposición siria’ desde el principio, ideológica y mediáticamente. ...AQI
realizó un número de operaciones en varias ciudades sirias bajo el nombre
Jaish al Nusra (Ejército victorioso), uno de sus afiliados.” (énfasis mío) ¿Qué podia
esperarse? De acuerdo al Pentágono, “Si la situación se deteriora hay la posibilidad de establecer
una principalidad salafí, declarada o no, en Siria oriental (Hasaka y Der
Zor), y esto precisamente es lo que los
patrocinadores de la oposición quieren...” (énfasis mío) ¿Quiénes
eran “los patrocinadores de la
oposición”? Como explica el mismo documento, eran “Occidente, los países del Golfo, y Turquía patrocinan la
oposición” (énfasis mío). “Occidente” aquí quiere decir las élites gobernantes de Estados Unidos, Gran Bretaña, y Francia
(por lo menos). El
Pentágono percibía “...una atmósfera ideal para que AQI regresara a sus
anteriores emplazamientos de Mosul y Ramadi, y dará un nuevo empuje que
supone una yihad unida en las zonas sunitas de Irak y Siria y el resto de los
sunitas en el mundo árabe contra lo que consideran un enemigo, los disidentes
[= chiitas]. ISIS podría también
declarar un Estado Islámico a través de su unión con otras organizaciones
terroristas en Irak y Siria...” (énfasis mío) ¿Qué
sucedió? Es realmente curioso: precisamente
lo que predijo el Pentágono. AQI regresó a Mosul y Ramadi e ISI se unió
con otros grupos terroristas para declarar un Estado Islámico de Irak y Siria
(ISIS). ¿Eso quería
el Pentágono? Una
hipótesis—siempre la preferida de los medios, y nunca presentada como
hipótesis sino como axioma de pensamiento correcto—dice que no: que todo esto fue un error. La llamo la ‘hipótesis
dominante.’ La hipótesis alternativa, jamás considerada, dice que sí: que todo esto fue muy adrede. Primero la
evidencia, y luego decidimos. Se reportó en junio 2012 que ya corría un
programa de la CIA para armar a la ‘oposición siria.’ “Las armas mismas,”
decía la nota, “vienen de Turquía, Arabia Saudita, y Qatar.” Dado que a
Turquía la gobierna un partido islamista, y que los regímenes de Arabia
Saudita y Qatar ambos son ‘wahhabistas’—casi sinónimo de ‘salafistas’—tenemos
que todos los padrinos del programa
de la CIA para armar a la ‘oposición siria’—salvo los padrinos
estadounidenses—son islamistas confesos. Y como deja claro el reporte de
agosto 2012, el Pentágono sabía que esas armas iban sobre todo a sus
graduados de la “universidad yihadista.” Claro, de
manera oficial se dijo estar enviando armas a “los grupos de oposición más
amigables a EEUU,” un código que debe leerse: para moderados democráticos y seculares. Para ser ecuánimes,
hemos de evaluar esta jactancia. Cada vez
que alguien en la élite de poder estadounidense hacía un llamado público para
asistir a la ‘oposición siria,’ Ausama (u Osama) Monajed—o algún otro
portavoz sustituto del así llamado Syrian
National Council (SNC)—era puesto en vitrina para que hiciera eco y
brindara legitimidad. Para rematar, Monajed, o algún otro portavoz del SNC,
emitía quejas sobre “ ‘los milicianos de Assad,’ ” que al parecer no se
ocupaban más que de llover terror sobre los civiles sirios: “ ‘que vienen y
violan a sus mujeres, destazan a sus niños, y asesinan a sus viejos.’ ” Esto
apoyaba la línea oficial de EEUU porque el SNC era “generalmente reconocido”
por los medios occidentales como “ ‘la principal coalición de oposición’ ” y
era reconocido como un grupo prístino de demócratas liberales luchando por la
libertad. Así pues,
la hipótesis de que EEUU estaba realmente apoyando demócratas moderados en
Siria pareciera ser tan buena como la pureza democrática del SNC. Dos
problemas. Primero, las acusaciones contra el régimen de Asad venían siempre
de la misma fuente dudosa, y nunca nadie las verificó. Segundo, “el SNC...
incluye a la Hermandad Musulmana.”[11] Un problema
adicional es que las armas del programa de la CIA para armar a la ‘oposición
siria’ “cruzaban la frontera turca cortesía de una red oscura de
intermediarios que incluían a la Hermandad Musulmana siria.”[11a] Desde su inicio, el SNC y sus poderosos ‘tutores’
estadounidenses actuaron como un frente de cabildeo en Occidente a favor del
Ejercito Libre Sirio,[12]
que se representaba como un grupo de anteriores oficiales del ejército sirio
luchando contra el régimen de Asad para poner fin a lo que acusaban eran los
ataques de Asad contra civiles. Y esto, debo confesar, suena bien, y apoya la línea oficial
estadounidense.[12a] Empero, en
noviembre 2012, “bajo presión occidental” (a subrayar esas palabras), la ‘oposición siria’ fue
“reorganizada... para dar lugar a una nueva Alianza Nacional,” o Coalición
Nacional, en conferencias sostenidas en Doha, Qatar.[13] Un
tercio de los escaños fueron para el SNC; los
otros dos tercios fueron para islamistas comprometidos y orgullosos.[14] En
diciembre, bajo la mirada sagaz de “oficiales de seguridad estadounidenses,
británicos, franceses, del Golfo [Pérsico], y Jordania,” el Ejército Libre
Sirio (ELS) también fue reorganizado. “El comando unificado [del nuevo ELS] tiene muchos lazos con
la Hermandad Musulmana y con los salafistas... [y] excluye a los oficiales
más altos que habían desertado de las fuerzas armadas de Asad. Su composición, estimada en dos tercios para la Hermandad
Musulmana y sus aliados, refleja la creciente fuerza de los islamistas en el
terreno y asemeja la composición de la coalición de liderazgo civil de
oposición creada bajo auspicio occidental y árabe en Qatar el mes pasado.”[15] Aquí un
resumen conciso: escasos tres meses
luego del reporte de agosto 2012 del Pentágono, mismo que reconoce en la
‘oposición siria’ una yihad islamista, los jefes estadounidenses se
encargaron de hacer una purga de no
islamistas en aquellos grupos de la ‘oposición siria’ que se habían
comprometido a apoyar, haciendo a un lado a los fundadores del Ejército Libre
Sirio. No fue por
error. Hubo más
dinero, armas, y entrenamiento para el nuevo Ejército Libre Sirio. A los
pocos meses, mucho del ELS, ahora repleto de islamistas, hizo lo lógico y
cerró filas con ISIS, llevándose sus armas y entrenamiento estadounidenses.[16] “Durante mucho tiempo, los Estados occidentales y árabes
apoyaron al Ejército Libre Sirio no solo con entrenamiento sino también con
armas y otros materiales. Abu Yusaf, comandante del Estado Islámico, añadió
que aquellos miembros del Ejército Libre Sirio que habían recibido
entrenamiento—de oficiales militares estadounidenses, turcos, y árabes en una
base americana en el sur de Turquía—se habían unido ahora al Estado Islámico.
‘Ahora mucha de la gente del ELS entrenada por Occidente se nos está uniendo,
de hecho,’ dijo sonriendo.”[17] Muchos otros yihadistas
de ISIS también recibieron entrenamiento de EEUU durante la ‘Primavera
Árabe,’ cuando los jefes estadounidenses afirmaron—como hacen siempre—estar
entrenando ‘libertadores democráticos.’[18]
A la luz de
esta evidencia, no sabría cómo empezar a defender la hipótesis dominante.
Quizá debamos entonces poner sobre la mesa la hipótesis alternativa, según
cual la élite de poder estadounidense favorece el crecimiento del radicalismo
musulmán. Especialmente cuando esa hipótesis, misma que HIR
viene defendiendo desde hace ya tiempo, nos llevó a hacer predicciones en mayo de 2011
que han sido ahora confirmadas por el éxito apadrinado de ISIS. Pero, ¿por
qué habría EEUU de crear a ISIS? Ésa es una pregunta interesante, a
considerarse en un artículo futuro.
Lecturas relevantes Here Comes the Muslim Brotherhood The religion of peace? Dhimmitude and slavery Footnotes and further reading [1] “Israel
condemns ‘hostile’ Swedish comments linking Paris attacks to
Israeli-Palestinian conflict”; Jerusalem
Post; 16 November 2015; by Tovah Lazaroff [2] “Iraqi
Prison Tries to Un-Brainwash Radical Youth”; Newsweek; 8 August 2007; By Babak Dehghanpisheh [3] BBC Monitoring Middle East – Political; Supplied by
BBC Worldwide Monitoring; May 2, 2008 Friday; “Iraq: TV carries second part
of interview with former Al-Qa’idah member”; LENGTH: 2860 words; ["Death
Industry" programme, presented by Rima Salihah recorded] [4]
“U.S. Remakes Jails in Iraq, but Gains Are at Risk”; The New York Times; June 2, 2008; SECTION: Section A; Column 0;
Foreign Desk; Pg. 1; LENGTH: 2798 words; DATELINE: BAGHDAD; By ALISSA J.
RUBIN; Thom Shanker contributed reporting from Washington. [5]
“US Iraq jail an ‘al-Qaeda school’ ”; 12 December 2009; Aljazeera.net [5a] “A
Puzzle Over Prisoners as Iraqis Take Control”; The New York Times; 25 October 2008; SECTION: Section A; Column
0; Foreign Desk; Pg. 1; LENGTH: 1665 words; DATELINE: CAMP BUCCA, Iraq; By
ALISSA J. RUBIN [6]
“Was Iraq’s Top Terrorist Radicalized at a US-Run Prison?: A former US
military compound commander at Camp Bucca suspects ISIS chief Abu Bakr
al-Baghdadi's extremism was fostered (or bolstered) at the facility”; Mother Jones; 11 July 2014; by Jenna
McLaughlin [7] “How America Helped ISIS”; New
York Times; 1 October 2014; by ANDREW THOMPSON and JEREMI SURIOCT [8] “How the Islamic State evolved in an American prison”; Washington Post; 4 November 2014; by
Terrence McCoy [9] https://www.judicialwatch.org/wp-content/uploads/2015/05/Pg.-291-Pgs.-287-293-JW-v-DOD-and-State-14-812-DOD-Release-2015-04-10-final-version11.pdf [10] “Report:
US Helping Syrian Rebels Arm, Fight”; VOA
News; June 21, 2012. [11] “The
Syrian opposition: who’s doing the talking?”; The Guardian; 12 July 2012; by Charlie Skelton Pregunta: ¿Fueron ciertas las
acusaciones contra Asad? Los medios nunca se molestaron en revisar las acusaciones,
reportando bajo la fórmula conveniente de “no podemos confirmar” y dejando
las acusaciones reverberar. No parecía importarles, tampoco, que esas
acusaciones venían casi siempre de una—y
nada más que una—fuente: el rimbombante Observatorio Sirio de Derechos
Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), que resulta ser (sobre todo) un
hombre, Rami Abdulrahman (con una tiendita de ropa en Coventry, Reino Unido). [11a] “C.I.A. Said to Aid in Steering Arms
to Syrian Opposition”; New York Times;
21 June 2012; Page A1; by Eric Schmitt [12] “Syria opposition groups agree to
coordinate efforts: The Free Syrian Army agrees to scale back its campaign of
attacks on Syrian forces after talks with the Syrian National Council, which
advocates nonviolence”; Los Angeles
Times; 1 December 2011; By Alexandra Zavis and Rima Marrouch [12a] Monajed y otros
‘portavoces’ del SNC tienen el aspecto inconfundible de perritos falderos de
los jefes estadounidenses, y se les ve a menudo en la Casa Blanca, yendo y
viniendo del Council on Foreign
Relations, la Fundación Ford, las juntas de Bilderberg, el Henry Jackson
Society, y otros ‘think tanks’ poderosos en EEUU y el Reino Unido que rebosan
de decanos del espionaje, la diplomacia, y la defensa estadounidense como son
Brent Scowcroft (anterior National Security Advisor), Zbigniew Brzezinski (lo mismo), y James Woolsey (anterior director
de la CIA). Ver: “The Syrian opposition:
who’s doing the talking?”; The Guardian;
12 July 2012; by Charlie Skelton [13] “Syria Rebels Create New Unified
Military Command”; The World Post; 8 December 2012; BYLINE: Bassem Mroue
and Ben Hubbard, Associated Press [14] “Syrian
opposition groups reach unity deal”; Los
Angeles Times; 12 November 2012; BYLINE: Abdullah Rebhy, Associated Press [15] “Syrian
rebels elect head of new military command”; 8 December 2012; Reuters [16] “FREE
SYRIAN ARMY REBELS DEFECT TO ISLAMIST GROUP JABHAT AL-NUSRA: The
well-reFUENTEd organisation, which is linked to al-Qaida, is luring many
anti-Assad fighters away, say brigade commanders”; The Guardian; 8 May 2013; by
Mona Mahmood and Ian Black [17] “THE
TERRORISTS FIGHTING US NOW? WE JUST FINISHED TRAINING THEM: No, the enemy of
our enemy is not our friend”; Washington
Post; 18 August 2014; By Souad Mekhennet [18] “...Algunos
oficiales de inteligencia europea y árabe también expresaron preocupación y
frustración por lo que llamaron los errores de EEUU en el manejo de las
insurrecciones en los Estados árabes. ‘Teníamos, en las etapas tempranas, información de que grupos
radicales habían utilizado el vacío de la Primavera Árabe, y que algunas de
las personas que EEUU y sus aliados habían entrenado a pelear por la
‘democracia’ en Libia y Siria tenían un propósito yihadista—desde antes, o lo
adquirieron después [cuando se] unieron a al Nusra o al Estado Islámico,’
dijo en entrevista reciente un alto oficial de inteligencia árabe. Dijo que a
menudo sus contrapartes estadounidenses le decían cosas como, ‘Sabemos que
tienes razón pero nuestro presidente en Washington y sus consejeros no lo
creen.’ Esos grupos, dicen los oficiales de seguridad occidentales, son
amenazas no solo en Occidente sino también en Estados Unidos y Europa, donde
tienen miembros y simpatizantes. El recuento
de este oficial ha sido corroborado por miembros del Estado Islámico dentro y
fuera de Oriente Medio, incluido Abu Yusaf, el comandante militar. En varias
entrevistas que otorgó en los pasados dos meses, describió como el colapso de
seguridad durante la Primavera Árabe les ayudó a reclutar, reagrupar, y
utilizar la estrategia occidental—de entrenar y apoyar grupos que pelean
contra dictadores—para beneficio propio. ‘También hubo... algunos británicos
y estadounidenses que nos entrenaron durante la Primavera Árabe en Libia,’
dijo un hombre que se hace llamar Abu Saleh y que habló solo bajo condición
de mantenerse secreta su identidad.” FUENTE: “THE
TERRORISTS FIGHTING US NOW? WE JUST FINISHED TRAINING THEM: No, the enemy of
our enemy is not our friend”; Washington
Post; 18 August 2014; By Souad Mekhennet |
Jaime Sánchez Susarrey entrevista a Francisco Gil-White sobre el
origen de ISIS. Notify me of new HIR
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